Cuando llega el calor, los chicos -y las chicas- se enamoran. Son la brisa y el sol, y todos tus sentidos son como un volcán. Esto no lo digo yo, lo llevan cantando cada verano desde hace más de 20 años el dúo catalán Sonia y Selena; y la ciencia les da la razón. Con la llegada de la primavera aumentan las horas de sol y mejora la climatología, las relaciones sociales se incrementan y nuestro cuerpo libera a la sangre dopamina y cortisol. Esto provoca que mejore nuestro estado de ánimo y se favorezcan los contactos sentimentales, eróticos y sexuales… y, como consecuencia, aumenten el número de casos de mononucleosis infecciosa.
¿Qué es la mononucleosis infecciosa?
Es una enfermedad causada por un virus perteneciente a la familia de los virus herpes, en concreto por el EBV, el virus de Epstein-Barr. En algunos casos puntuales puede estar provocada por el CMV, el citomegalovirus, o el Toxoplasma Gondii, pero apenas suponen uno de cada diez casos.
¿Por qué se le llama ‘la enfermedad del beso’?
Porque se transmite de una persona a otra por contacto directo con la saliva. Una persona sana besa a otra portadora del virus y se contagia debido al intercambio de fluidos corporales, así de simple.
¿Sólo se contagia besando?
No, para nada, que uno de los dos miembros de la pareja se contagie no quiere decir que se haya estado besando como si acabase de llegar de La Isla de las Tentaciones. Puede propagarse también por haber tocado objetos contaminados, como por ejemplo unos cubiertos, o por haber bebido del mismo vaso que una persona contagiada sin ser consciente de ello. Podría darse el caso también de que el contagio se hubiese producido a través de la tos o los estornudos, pero es menos habitual.
Síntomas de la mononucleosis infecciosa
Los síntomas pueden confundirse con los de una infección de garganta o incluso con los de un proceso gripal. Normalmente aparece fiebre (que suele ser alta), dolor e inflamación de garganta, cansancio, malestar general, dolor muscular y de cabeza, sarpullido e inflamación de ganglios en cuello y axilas.
¿Es grave?
En la gran mayoría de los casos, no. Los síntomas más incapacitantes como el dolor y la fiebre desaparecen habitualmente en unos quince días. Solamente en algunos casos puede complicarse con anemia, problemas de coagulación, miocarditis o problemas hepáticos.
¿Cómo se trata?
Como hemos dicho la ‘enfermedad del beso’ está provocada por un virus y no disponemos de un medicamento antiviral específico para él, por lo que el tratamiento más habitual se limita a fármacos que bajen la fiebre y calmen el dolor de garganta. Además de esto, mantendremos una buena hidratación del paciente y recomendaremos descanso en casa. Ah, y no besaremos ni compartiremos utensilios con la persona contagiada durante varias semanas, al menos hasta que haya desaparecido por completo la fiebre.
¿Es más frecuente en adolescentes?
Correcto, aunque puede aparecer a cualquier edad es más frecuente en niños mayores y adolescentes. El hecho de que se contagie fácilmente por compartir un vaso o una botella hace que se propague rápidamente a estas edades.
Si se ha superado la enfermedad, ¿puede repetir?
Lo habitual es que una vez superada la enfermedad del beso hayamos desarrollado anticuerpos que nos protegerán en caso de que volvamos a estar en contacto con el virus en un futuro, así que no suele repetirse. De hecho se calcula que un 90% de los adultos tienen anticuerpos, así que esta primavera bésense sin miedo al contagio.
Fuente: El Mundo